• El control de los gastos en la economía doméstica implica mucho más que saber ahorrar.
  • La planificación a largo plazo te ayudará a prever situaciones en las que el control de gastos.
  • Hablando de gestión financiera doméstica y de planificación, un plan de pensiones puede ser un gran aliado para tu ahorro del futuro.

En muchos hogares, por no decir que en todos, la contabilidad doméstica es una de las cosas que más preocupan. Llevar un control de gastos adecuado, saber por dónde se va el dinero y cómo llevar las cuentas del hogar para llegar a fin de mes en positivo a veces parece complicado.
En este artículo veremos algunos consejos para gestionar de manera adecuada la economía doméstica. No solo para evitar el derroche, sino también ahorrar para el futuro.

Para evitar sorpresas inesperadas es fundamental controlar los gastos. Y para esto hay que saber lo que se ingresa, cuánto y dónde se gasta. Es decir, tener conciencia de cuál es la economía familiar y cómo afrontar imprevistos.

Si no lo haces, es probable que te preguntes todos los meses cómo se va el dinero si no lo estás derrochando. Ha llegado la hora de que tomes medidas:

1. Toma nota de todo lo que se gasta

Este es el primer punto de partida para la gestión de cuentas. Puedes usar una libreta o anotar en una aplicación para móviles todo el dinero que se gasta y en qué. Así podrás ver si la factura eléctrica es muy alta o si las salidas para divertirse se llevan una parte muy alta del sueldo.En este sentido, presta atención especial a los “gastos hormiga”. Estos gastos son todo lo que pagas por cosas a las que no le das importancia. El café o la cerveza que te tomas todos los días al salir del trabajo, ese dulce que se te antoja cuando pasas por la pastelería y cosas por el estilo. 

Te sorprenderá la cantidad de dinero que se va en esos pequeños gastos sin siquiera darte cuenta.

 

2. Haz un presupuesto

Una vez que sabes lo que ingresas y lo que gastas, es el momento de sentarse y elaborar un presupuesto.

Empieza por poner los gastos fijos como préstamos o alquileres, recibo de la comunidad y transporte.

Después apunta los suministros (Internet móvil, electricidad, calefacción, etc.), que no tienen una cantidad fija pero se pagan cada mes. Así sabrás el dinero del que dispones tras pagar los gastos inamovibles.

3. Mira dónde se puede recortar

Para tener un buen control de gastos necesitarás reducir gastos en cosas prescindibles, como el ocio o los antojos. Repasa la hoja de gastos y decide cuáles se pueden quitar sin que influya de manera significativa en la familia.

Tampoco es cuestión de cortar con todo de golpe.

Puedes limitarte a reducir salidas, como ir menos veces al cine o cenar fuera. En lugar de ello, organiza actividades que no supongan un gasto como dar un paseo o hacer una excursión llevando la comida para hacer un picnic.

4. No caigas en la tentación de comprar lo que no necesitas

Este es uno de los desafíos más grandes a los que se enfrenta cualquier economía doméstica, porque el sistema comercial bombardea a menudo con ofertas irresistibles de las que parece que no se puede prescindir.

Párate a pensar si de verdad te hace falta lo que se te ofrece o si es solo un impulso motivado por la publicidad.

5. Marca un objetivo de ahorro realista

Teniendo en cuenta los ingresos y gastos fijos, decide una cantidad de dinero que tener a final de mes. Esta cantidad se puede reservar para imprevistos o para proyectos a medio y largo plazo. En cualquier caso es muy importante tener clara la cifra porque te ayudará a saber cómo llevar la cuentas del hogar y cumplir el objetivo.

Un detalle importante en este sentido es ser realista y no tratar de conseguir imposibles.

Si tu capacidad de ahorro después de hacer las cuentas es de 75 euros al mes, no te marques 150. Persigue esos 75 y date por satisfecho al ver cumplido el objetivo del mes. Si luego hay algo más, será una satisfacción añadida.

6. Revisa los resultados cada mes

Una vez que hayas puesto en marcha tu plan financiero, no lo dejes de lado. Repasa tus extractos bancarios y sigue apuntando todos los gastos para ver si hay que hacer algún ajuste o si hay movimientos sospechosos, como un cargo a la tarjeta que no reconozcas.

Reaccionar a tiempo te ayudará a controlar tu economía al máximo.

La importancia de saber gestionar tu situación
financiera

El control de los gastos en la economía doméstica implica mucho más que saber ahorrar. Es esencial saber en qué merece la pena invertir el dinero y cuáles son los campos en los que se pueden reducir gastos, o incluso eliminarlos por completo.

Para gestionar de forma adecuada tu situación financiera necesitarás estar al día de ciertos conceptos, como los que abarcan intereses bancarios o las comisiones por determinadas operaciones, que también pueden suponer un gasto elevado si no se controlan.

Hacer una buena gestión de cuentas implica adaptarse a la situación en función de aspectos como la edad, el potencial financiero o la fiscalidad, sobre todo cuando se trata de invertir los ahorros obtenidos para hacerlos crecer.

Fuente: https://www.seguroscatalanaoccidente.com